El joven ajedrecista, Juan Miguel Marson de San Francisco (Córdoba), dió su punto de vista sobre este "juego ciencia".
Torneo Argentino Amateur 2016. Juan Marson (Izquiera) vs Luciano Remolcoy
Si partimos de la
premisa de que la vida es un gran juego en el cada uno trata de alcanzar sus
objetivos en función de reglas, no es de extrañar que se encuentren grandes
paralelismos entre las posibilidades del ajedrez y sus necesidades técnicas,
con los retos de la vida diaria y las armas intelectuales o emocionales que
utilizamos para resolverlos.
El ajedrez tiene la
capacidad de trasvasar sus experiencias y aprendizajes a cualquier otra
disciplina. Es un idioma universal propio; podes jugar con cualquier jugador
del mundo y te entiendes a través del tablero y las piezas.
¿Por qué crees que el ajedrez tendría que
formar parte en la educación formal de los niños?
Porque se relaciona de
manera directa con el cerebro. Practicarlo moviliza importantes estructuras
cerebrales que se tornan más complejas a medida que la persona mejora su
aprendizaje y entrenamiento. Se produce un incremento de lo que se denomina reserva funcional, es decir, una mayor
cantidad de neuronas activadas que se conectan entre sí, más y mejor.
Si no aprendemos a
usar, cuidar y entrenar de forma correcta el cerebro, con el modo de vida que
tenemos ahora en el que solo basta apretar un botón para acceder al
conocimiento, en el futuro no vamos a poder desarrollar ciertas habilidades
cognitivas. Y la clave está en que, si no usamos dichas habilidades, las
perderemos. Me permito citar a Facundo Manes en uno de sus libros Usar el cerebro: “Si un chico no recibe suficiente estimulación intelectual, las vías o
circuitos neuronales que tienen que eliminarse, no se eliminan, y las vías o
circuitos neuronales que tienen que quedar, no quedan”. Es fundamental
desarrollar esas habilidades y funciones cognitivas desde edades tempranas, y
el ajedrez tiene esa ventaja, porque utiliza los dos hemisferios cerebrales.
El ajedrez como herramienta pedagógica y de
transformación social. ¿Qué opinión tienes al respecto según tu experiencia
como entrenador y jugador?
Como mencioné al principio,
en ajedrez, como en la vida, hay reglas que se deben respetar para poder
cumplir nuestros objetivos. Es una lucha estratégica y táctica, en donde
constantemente se nos presenta la oportunidad de tomar decisiones, y hacernos
responsables de ellas. Las malas decisiones tienen sus consecuencias. Debemos
aceptarlas y tratar de sobreponernos a ellas, lo que en psicología conocemos
con el nombre de “resiliencia”. Otro factor importante que desarrolla es la
habilidad para trabajar en equipo. En el tablero debemos tratar que nuestras
piezas trabajen con la mayor coordinación posible, y con un fin en común. El
ajedrez estimula la creatividad, puesto que ante cada movimiento hay un sin
número de respuestas posibles, y nuestra tarea es concentrarnos para tratar de
encontrar la mejor. La comprensión posicional (entender lo que se ve en el tablero) resulta clave en este
aspecto, y es algo que se desarrolla con la práctica y el entrenamiento. El
ajedrez activa la mente, promueve la sana competitividad y la igualdad.
Sobre el ajedrez en los adultos mayores:
En una nota del portal
Todo Noticias del día 8 de mayo de 2017, el gran maestro Pablo Zarnicki asegura
que el ajedrez pone en jaque a las enfermedades del cerebro. Coincido
plenamente. Al tener mayor cantidad de neuronas con sus conexiones activas, nos
permite activar otras zonas del cerebro, y esta creación de nuevas redes
neuronales puede ser útil para cuando otro sector falle.
El cerebro es un músculo y como tal debe ser
ejercitado. Un estudio publicado en The New England Journal of Medicine
realizado por el doctor Robert Freidland asegura que las personas mayores de 75
años que durante su vida habían jugado al ajedrez están mucho más preparadas
para luchar contra el Alzheimer, la demencia y otras enfermedades de deterioro
mental; contrariamente a lo que sucede con las personas que no han ejercitado
su mente de ninguna manera, que se vuelven mucho más propensas a que el cerebro
envejezca más rápido.
Es importante destacar
que para el aprendizaje del ajedrez en la edad adulta se deben tener en cuenta
otros aspectos, esto debido que en esta etapa se muestra generalmente una mayor
estabilidad emocional, con un mayor
predominio de pensamiento hipotético,
deductivo y con hábitos más desarrollados
como la toma de decisiones, encaminar variantes y posibilidades en el tablero,
entre otras.
Programa de ajedrez educativo en Argentina
El Programa Nacional de Ajedrez Educativo se
implementa desde 2003 con la finalidad de que incorpore al ajedrez dentro del
Proyecto Educativo Institucional de escuelas de todos los niveles educativos y
en todas las modalidades. En 2015 esta acción alcanza a 480.000 estudiantes
distribuidos en 3100 escuelas primarias, 1650 secundarias y 150 de Nivel
Inicial de todo el país.
El Ministerio de Educación incentiva a cada
jurisdicción a llevar adelante su propio programa provincial de ajedrez
educativo con el objetivo de desarrollar espacios de juego, recreación y
aprendizaje. A través del trabajo conjunto se organizan torneos, encuentros y
olimpíadas intercolegiales provinciales, nacionales e internacionales.
El Programa se lleva adelante desde una
perspectiva federal, donde cada provincia, localidad e institución educativa
propone actividades y métodos de enseñanza que retoman las necesidades y los
intereses locales.
Las escuelas que trabajan para la inclusión
educativa de niños, niñas y jóvenes que se encuentran fuera del sistema
educativo son provistas de tableros de ajedrez, pizarras magnéticas y libros
para la enseñanza del juego.
Se realizan acciones conjuntas con otros
programas de la Dirección Nacional de Políticas Socioeducativas –Programa
Nacional de Extensión Educativa (CAJ), Centros de Actividades Infantiles (CAI),
Parlamento Juvenil del Mercosur- y con las modalidades de Educación en
Contextos de Encierro y de Educación Especial. A estas articulaciones se suman
convenios de trabajo intersectorial con municipios de diversas jurisdicciones,
con PAMI y con la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP), organismo
dependiente del Ministerio de Cultura de la Nación.